por Alí Bantú Ashanti
A lo ocurrido con la configuración de la lista al senado del Pacto Histórico y la precanditada presidencial Francia Márquez hay que echarle tierra. Bien es sabido que el cazador que persigue a un elefante no se detiene para tirar piedras a los pájaros. Nuestro propósito mayor es transformar a Colombia, rescatarla de la violencia y la corrupción, del uribismo y despojadores.
No pretendo incomodar a nadie con mis opiniones, pero si quisiera ganarme la enemistad de algunos de mis corraciales, tendría que decir que la libertad del pueblo negro no es más digna que la de los demás pueblos. Como pueblo y expresiones organizativas no tenemos un lugar a dónde ir, más que tomar las riendas de nuestro destino, caminar con nuestros propios pies y entender que la lucha por nuestra libertad es también la del indigena, la del campesino, la de las mujeres, la del blanco-mestizo empobrecido. Es inevitable la lucha contra el sistema, contra el modelo de depredación y muerte que niega la humanidad de todos.
Ese no lugar, ese laberinto sin salida que ha sido la trampa del racismo y del modelo económico, nos ha llevado a caer en un mundo de inexistencia, del no ser, de la negación constante de la propia individualidad y mucho más de la colectividad, del encuentro. Hay que salir de allí, lamentablemente nos toca reclamar nuestra humanidad, ¿Pero este reclamo sólo pertenece al negro? No, absolutamente no. Este reclamo es de todos los desposeídos del mundo: obreros, empobrecidos y despojados. Ellos como nosotros también exigen y reclaman el simple derecho a ser tratados como seres humanos, por ello la lucha es junto a los condenados de la tierra. Por tanto, tramitaremos al interior del pacto las diferencias y las superaremos con altura y debate.
El SoyPorqueSomos, como otras expresiones organizativas del pueblo negro, debe ser una verdadera apuesta antirracista, anticapitalista y antipatriarcal. Pero para que no suene a canto a la bandera, debe procurar una base que construya mayorías populares asumiendo las contradicciones y tramitando los conflictos de la mejor manera, y así desterrar por fin a las mafias narco-paramilitares enquistadas en el poder. En suma, derrotar al uribismo y a la oligarquía que lo ha fomentado: a los arquitectos de la guerra y la desigualdad.
Hoy nuestra apuesta es la huída, el escape, la liberación del peso de la raza y todo eso que el racismo y el capitalismo creó. ¿Por qué seguir en la lógica de encerrar al negro en su negrura y al blanco en su blancura? La lucha es por liberarlos a ambos: abrir la conciencia de lo humano, restituir la vitalidad de los cuerpos y defender las vidas no-humanas; de ahí que debamos luchar unidos y unidas contra el modelo económico, la ideología neoliberal y el trauma colonial, que es lo que oprime a la inmensa mayoría del país. Por ello, el centro que abraza al modelo neoliberal y la derecha que perpetúa la guerra no puede ser nuestro lugar de partida. Todo lo contrario, es lo que debemos derrotar. Echen una miradita a las barriadas, allá están todos: negros, blanco-mestizos, indigenas, campesinos desposeídos, los ninguneados; esos a quienes les controlan, no la vida, sino la forma de morir a través de la violencia, del hambre, del abandono y la miseria, a ellos a quien la policía dispara. Por ello, la apuesta no es liberar al negro, es liberar a la humanidad.
Aquí se ha asesinado la vida del pobre por siglos y han impuesto una política de muerte y corrupción. Hoy, la juventud hastiada y cansada de no tener esperanza se aglutina, se moviliza y abraza lo que muy bien han denominado algunos el Pacto Histórico, liderado por Gustavo Petro. El Soy Porque Somos, así como muchas otras expresiones organizativas que no quedaron incluídas en la lista al senado, debemos ser solidarios, más que por la lista, con el pueblo colombiano y apoyarla de manera decidida. Dimensionar el momento histórico, no sólo del país sino del continente.
Nuestro destino común, nuestra libertad como pueblo, está intrínsecamente ligada a la lucha de las mayorías colombianas. No es posible solos; nuestras cadenas son también las cárceles de millones. El momento actual que vive el país no admite equivocaciones por terquedades, narcisismos o intereses personales de ningún tipo. No tengo dudas de que la lista del Pacto Histórico pudo haber sido mejor construida, y no hablo por los nombres, sino por el proceso por el cual se elaboró. Pero eso ahora es una enseñanza y lo que necesitamos para seguir adelante es ir a las calles a buscar el respaldo popular a la lista y arrebatarle el congreso a las mafias de una vez por todas. Esa es la tarea hoy. Ese es el elefante que debemos perseguir. No nos vamos a quedar lamentando la historia, estoy seguro de que esto ya está superado y sabremos tramitar nuestras diferencias. El pacto se mantiene y se defiende, por nuestro pueblo, por la vida de nuestra gente. Soy Porque Somos, un pacto para vivir.
ACERCA DEL AUTOR
Alí Bantú Ashanti es abogado, defensor de derechos humanos y de la naturaleza. Lidera la lista a cámara afro por el Movimiento Soy Porque Somos en el Pacto Histórico
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