En la mayoría de pasarelas de moda desfilan conjuntos de ropajes, joyas y adornos carísimos sobre escuálidos cuerpos. Prima el maquillaje y el marketing, los flashes y decorados, los reflectores y toda la parafernalia del desfile que genera un shock destellante. En varios cuerpos insólitos, extravagantes, para decir lo menos, se notan las costillas al vaivén, la columna vertebral sobresale, los huesos cigomáticos parecen cubiertos por la sola piel y las sombras. Son los organismos anoréxicos recubiertos de oropeles. Ahora bien, la anorexia no sólo es un trastorno alimenticio, sino también político.
El Estado anoréxico se mira obeso en el espejo neoliberal, deja de proteger su soberanía alimentaria, no le importa la salud, ni la educación, cree que los médicos están allí para molestar. No debería seguir perdiendo la materia esencial para sobrevivir, pero se deshace de todas las empresas rentables. Se pide que el Estado no mantenga a dieta al pueblo, pero lo tiene a una comida al día, y aún así demanda sacrificios extremos, incumplibles con la poca ingesta calórica. A pesar de todo, los gobernantes creen que el Estado sigue obeso, exigen: “hay que disminuir un hueco más del cinturón”. Tienen una ansiedad irresistible de pedir dinero y gastarlo en lujos y corruptelas, en eventos intrascendentes, en políticas del show y del circo. Tienen una imagen autodestructiva que induce permanentemente a la crisis.
Según el Banco Mundial (BM), en 2018 el tamaño del sector público, respecto del empleo total, en América Latina se puede dividir en 3 grupos. El primero, donde están países como Venezuela (26,86%), Bolivia (25,26%), Panamá (24,44%), Argentina (24,03%) y EEUU (23,14%). En el segundo grupo están Uruguay (20,75%), Perú (19,3%), Paraguay (18,48%) y Brasil (17,78%). Finalmente, un tercer grupo de países como México (16,19%), Ecuador (15,66), Chile (11,85), Colombia (11,14%) y Guatemala (10,06%). Aunque varios tecnócratas dicen que por burocracias muy grandes hay bajo crecimiento económico, los números no se corresponden con esa tesis. En 2019, Venezuela se contrajo el -35% y Bolivia creció el 4,4%, y los dos tienen similar porcentaje de sector público. En el mismo año, con el mismo peso burocrático, Panamá creció el 4,5% y Argentina cayó -2,5%. Asimismo, México creció 1,7% y Ecuador 0,1%. Las potencias: Rusia (54,41%), Francia (37,7%), Alemania (26,77%), Inglaterra (28,83%), China (24,73%), Canadá (24, 11%) y EEUU (23,14%), están dentro de los pesos pesados burocráticos. Si comparamos EEUU y China, el primero creció 2,3% en 2019 y China 6,1%, (Bank, 2018).
Una primera conclusión es que el tamaño del Estado no es una causa para los resultados económicos. En segundo lugar, acusar al tamaño del Estado por la crisis económica, tampoco es un criterio lógico, sino que es un argumento fundamentalista del argot neoliberal. Sin embargo, en lo que si hay causalidad es que mientras menor sea la inversión en las áreas sociales, menor es el índice de desarrollo humano.
Aunque Ecuador está en el grupo anoréxico, oímos a diario a los tecnócratas neoliberales del gobierno indicar que el Estado es obeso, y se liquida principalmente a los empleados y trabajadores de las áreas sociales: educación, salud, seguridad social, medioambiente, género, niñez y a las empresas de recursos estratégicos. En plena pandemia se han eliminado casi 10 mil plazas en el sector de salud. Mientras que otras áreas en realidad abultadas como el ejército, la policía, nunca se tocan, al contrario, siguen creciendo como una panza cervecera en un cuerpo raquítico.
Las políticas del FMI para los países en “vías de desarrollo” son las de achicar al máximo el Estado, para supuestamente llegar al sitial económico de las potencias, lo que es una total incoherencia. Lo que hace el FMI es conservar las reservas calóricas de los pesos pesados y de la burguesía transnacional, vulnerando totalmente las defensas del tercer mundo, para facilitar el saqueo y el despojo.
Bibliografía
Bank, W. (3 de December de 2018). Worldwide Bureaucracy Indicators. Obtenido de worldbank.org: https://datacatalog.worldbank.org/dataset/worldwide-bureaucracy-indicators
Comments